Marbella, la meca del pádel
Si Marbella tiene una patente que la caracteriza, es la de la calidad de vida, el ocio y el disfrute. Nuestro enclave mediterráneo siempre ha sido un lugar soñado donde todos quieren residir o simplemente disfrutar durante unos días de vacaciones. Sin embargo, hay otra gran invención que la ciudad pocas veces reivindica como creadora y embajadora, aunque la historia demuestre lo contrario. Hablamos del pádel, un deporte made in Marbella ya expandido en todo el mundo.
Todo comenzó en 1969, a más de 9.300 kilómetros de Alanda Marbella Hotel, en la exclusiva urbanización de las Brisas, en Acapulco (México). Aficionado a los deportes de raqueta, el empresario Enrique Corcuera adapta el frontón de su vivienda para incorporar elementos del tenis y sus variantes, como el platform tennis originario de Estados Unidos. Para ello, incorpora una pared opuesta al frontón, cierra los costados laterales con paredes más bajas y añade una red a la mitad, creando una especie de pista de tenis cerrada y de menor tamaño. Con esta reforma, Corcuera también procuraba que las pelotas no escaparan hacia el exterior, ni que la vegetación tropical invadiera el espacio.
Probando su nueva pista, Corcuera y sus invitados se dieron cuenta de que las partidas eran más divertidas y fluidas cuando se golpeaba la pelota tras rebotar en las paredes. Sin quererlo, su improvisados inventos dieron origen al pádel y a los estándares del terreno de juego.
Cinco años después, en 1974, Enrique recibe la visita de su amigo Alfonso de Hohenlohe, principal promotor y hotelero de la Marbella de aquel momento. Entusiasmado por la nueva afición de Corcuera, Alfonso se lleva la idea consigo de vuelta a Marbella. En su hotel construye las dos primeras pistas de pádel de Europa, añadiendo modificaciones tanto al terreno como a las reglas del juego. También sin quererlo, Alfonso estaba asentando el atractivo de este deporte entre sus huéspedes, así como sus fundamentos iniciales.
Los círculos sociales tan internacionales, selectos y pudientes de Alfonso de Hohenlohe, junto con el interés que suscitaba la Marbella dorada de los 70, fomentaron la expansión del deporte por toda Sudamérica y Europa. Y la Costa del Sol se convirtió en el epicentro de esta nueva práctica deportiva.
Aquellas dos primeras pistas en Marbella cimentaron una moda in crescendo que a día de hoy sigue ganando aficionados, federados, organismos y competiciones dentro y fuera de nuestra costa. La Federación Internacional de Pádel (FIP) estima que actualmente hay 25 millones de jugadores activos en todo el mundo. Ahora, el propósito más compartido y deseado de los profesionales del pádel es convertir su práctica en deporte olímpico.
A simple vista, jugar al pádel parece similar a jugar al tenis. De hecho, comparten algunas características, como el sistema de puntuación en sets. Sin embargo, a ambos deportes también le separan diferencias en todos los aspectos, incluso en las dimensiones y la presión de la bola, que son un poco menores en el pádel.
La magia y originalidad del pádel recae en las paredes opuestas de sus pistas. Las pelotas pueden rebotar en ellas para que los jugadores tengan una nueva oportunidad de tiro, haciendo las partidas más dinámicas y estratégicas que en el tenis. A pesar de ello, el pádel tiene una técnica más sencilla y menos exigente físicamente que el tenis, lo que ha facilitado su popularidad y accesibilidad. Además, el pádel es típicamente jugado en parejas y al exterior, por lo que resulta muy atractivo como plan de ocio.
Un omnipresente de Marbella
Ya sea como ocio o competición, jugar al pádel en Marbella significa practicar un deporte en su meca, como surfear en las playas de Waikiki (Hawaii) o jugar al cricket en el estadio londinense Lord’s. A todo ello hay que sumar el buen clima de Marbella, perfecto para disfrutar de este deporte a cielo abierto y mantener el buen estado del suelo.
Dentro del municipio de Marbella se cuentan hasta 18 centros deportivos con pistas y servicios de pádel, tanto públicos como privados. Desde el exclusivo Real Club Pádel Marbella, a siete minutos en coche desde nuestro hotel, hasta las pistas más urbanitas del polideportivo municipal Francisco Norte, en pleno centro de la ciudad.
Las pistas más cercanas a nuestro hotel son las del Puente Romano Tennis & Fitness, a las que puede llegar con un breve paseo de calentamiento.
Marbella también ha sido cuna de numerosas competiciones de pádel desde su llegada a la ciudad. Desde los primeros torneos “Pro-Am” de los 80, cuyo patrocinador Julio Alegría Artiach sería después el presidente fundador de la FIP, hasta el World Padel Tour, competición líder mundial de la que Marbella es anfitriona habitual. De hecho, Marbella vuelve a acoger el próximo 27 de mayo el primer máster del torneo de este año.
Sin duda alguna, el pádel es un protagonista más en la vida de cualquier marbellí. De hecho, ya es una práctica muy presente en la educación de los niños y adolescentes. A pesar de su pequeño tamaño y reciente inauguración, el Colegio Sueco de Marbella cuenta con tres pistas de pádel propias para sus pequeños alumnos. El Colegio Alborán, en la zona este de Marbella, también cuenta con dos pistas de pádel. Y al oeste de la localidad, el Colegio San José de Guadalmina también luce de más pistas de pádel, en las que además organiza un “campus de verano” en torno a este deporte. Un símbolo más del fuerte arraigo que tiene este deporte en la tierra de Alanda Marbella Hotel.