Paseo marítimo de Marbella, donde circula su vida
El Paseo de la Castellana en Madrid. Drottninggatan en Estocolmo. Los canales de Grachtengordel en Ámsterdam. O el paseo a orillas del Támesis entre Tower Bridge y Westminster Bridge, en Londres. Toda ciudad tiene una arteria principal que luce su identidad más característica. Y más allá de las grandes capitales, otras ciudades más pequeñas como Marbella también encierran kilómetros únicos en el mundo.
La calle principal de nuestra ciudad es la Avenida Ricardo Soriano, la primera tanto en tráfico como en actividad comercial. Por otro lado, la conocida como Milla de Oro marca los aproximadamente cuatro kilómetros de longitud que tiene la zona más exclusiva de la ciudad, en cuyo corazón se ubica justo el Alanda Marbella Hotel. Sin embargo, es una tercera vía la que verdaderamente define el espíritu de este paraíso costero: el paseo marítimo de Marbella.
En sus más de 17 kilómetros, el paseo marítimo de Marbella es uno de los espacios más visitados y disfrutados por turistas y locales. Su origen se sitúa entre 1965 y 1967, en pleno apogeo turístico e inmobiliario de la ciudad, y fue durante la alcaldía de Jesús Gil, a partir de los 90, cuando conoció su mayor crecimiento. Actualmente, su trazo recorre todo el litoral del núcleo urbano y se extiende tanto por el este, llegando hasta la amplia playa de Los Monteros, como por el oeste, llegando hasta la playa de Guayaba Beach, entre San Pedro de Alcántara y Guadalmina.
Con vistas a Gibraltar y a la cordillera marroquí del Rif, esta extensa terraza mediterránea atraviesa desde las afueras más naturales a los puntos más vibrantes de la localidad. Desde caminos de albero y dunas de arena naturales, como las de la playa de El Pinillo, a zonas llenas de vida entre tiendas, bares, cafeterías, restaurantes, mercadillos, juegos recreativos y beach clubs.
Asimismo, el paseo marítimo de Marbella conecta la mayoría de los iconos y atractivos del municipio. En el extremo occidental destaca Puerto Banús y su imponente estatua La Victoria, de 30 metros de alto y conocida popularmente como “El ruso”. Mientras tanto, en el extremo oriental destaca la Torre del Cable, un cargadero marítimo abandonado, símbolo de la histórica Marbella minera, que funcionó entre 1957 y 1974 para embarcar el hierro procedente de la extinta mina del Peñoncillo.
Entre ambos puntos podemos encontrar otros de los imprescindibles de Marbella, como la estatua de la Venus, ubicada en el espigón circular de la playa de El Faro, o el famoso muelle de madera entre la playa de Nagüeles y la playa Casablanca, ideal para adentrarse en el mar y disfrutar de una preciosa panorámica de la ciudad.
El paseo marítimo de Marbella es uno de los principales puntos de encuentro social para sus habitantes, y es especialmente aprovechado como área de fitness a cielo abierto, especialmente para hacer jogging, patinar o pasear en bicicleta. De hecho, el paseo marítimo de Marbella ha sido circuito de la famosa Vuelta Ciclista a España en los últimos años, y fue elegido como su tramo inicial en la edición de 2015. Aparte de correr, patinar y pedalear, el paseo marítimo también ofrece varios puntos gratuitos de calistenia y máquinas de gimnasia, como los ubicados en la playa del Ancón, la playa de la Fontanilla y la Playa de La Venus.
Más allá de ocio y deporte, el paseo marítimo de Marbella es también la puerta de entrada a los chiringuitos de la zona, con una oferta que pasa de los referentes históricos como Victor’s Beach, abierto en 1978, a las opciones más refinadas y suculentas, como Trocadero Arena. En ellos podrá probar los tradicionales espetos de sardinas o el pescaíto frito más fresco, para después hacer sobremesa con un agradable paseo por el recorrido.
Gracias a su orientación sur, el paseo marítimo de Marbella se asoma en toda su extensión tanto al amanecer como al atardecer, siendo así los momentos del día más recomendados para visitarlo. El momento preferido por los locales es el atardecer, ya que la puesta del sol perfila la figura de Gibraltar y el norte de África mientras dora el paisaje de Marbella, ofreciendo una vista intercontinental única en el mundo. También es posible vivir el paseo de noche, ya que cuenta con un sistema de alumbrado que se extiende por todo el tramo urbano.
Desde Alanda Marbella Hotel, el paseo marítimo de Marbella se alcanza en cuestión de minutos. Basta con bajar hasta la playa por el callejón de Puente Romano, ubicado justo frente a la entrada principal del hotel, al otro lado de la avenida. Dicho acceso le conducirá al tramo de la Playa de Nagüeles, uno de los más tranquilos de todo el conjunto, perfecto para pasear, relajarse y acceder a los lounges más exclusivos de la ciudad. Así, su estancia en Alanda Marbella Hotel le conecta directamente con uno de los atractivos principales de la ciudad y uno de los paseos marítimos más encantadores en todo el mundo.